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Uno de los términos que más genera inquietud es el seroma, una acumulación de líquido debajo de la piel que puede aparecer en los días o semanas posteriores a la cirugía.
Aunque puede sonar preocupante, el seroma en abdominoplastia es una situación relativamente común y controlable. Con un buen seguimiento médico, suele resolverse sin complicaciones.
¿Qué es un seroma?
El seroma es una acumulación de líquido seroso (transparente o ligeramente amarillento) en el espacio que queda entre los tejidos después de una cirugía.
Durante una abdominoplastia, se despega la piel y el tejido graso del abdomen para tensar los músculos y eliminar el exceso cutáneo. Ese espacio creado temporalmente puede producir líquido mientras el cuerpo cicatriza.
El seroma forma parte de la respuesta natural del organismo, pero cuando se acumula en exceso puede causar inflamación o molestias.
¿Por qué se forma un seroma después de una abdominoplastia?
Hay varios factores que pueden favorecer la formación del seroma postoperatorio:
- Movimiento o despegamiento de tejidos durante la cirugía.
- Extensión del área tratada (a mayor extensión, mayor posibilidad).
- Movimiento temprano o esfuerzo físico durante la recuperación.
- Retiro precoz de los drenajes.
- Factores individuales como la tendencia a retener líquido o la calidad del tejido.
Lo importante es entender que el seroma no siempre indica una complicación grave, y su manejo depende del tamaño, la localización y la evolución.
¿Cómo se detecta un seroma?
Generalmente, el seroma después de una abdominoplastia se percibe como un área blanda o abultada bajo la cicatriz o en el abdomen, que puede moverse ligeramente al tacto.
También puede presentarse una sensación de líquido o burbujeo al presionar la zona. En otros casos, se detecta mediante una ecografía de control.
Si aparecen síntomas como dolor, enrojecimiento o fiebre, es fundamental consultar de inmediato, ya que podría tratarse de una infección asociada, aunque esto es poco frecuente.
Tratamiento del seroma
El tratamiento del seroma depende de la cantidad de líquido acumulado y del momento postoperatorio:
- En muchos casos, el cuerpo reabsorbe el líquido de forma natural con el tiempo.
- Si el volumen es mayor, puede ser necesario drenarlo de forma ambulatoria, mediante una punción simple y segura.
- En casos persistentes, se puede utilizar drenaje guiado por ecografía o compresión localizada.
Además, el uso adecuado de la faja posoperatoria y los controles periódicos ayudan a prevenir nuevas acumulaciones.
¿Se puede prevenir el seroma?
Aunque no siempre se puede evitar por completo, es posible reducir el riesgo de seroma siguiendo estas recomendaciones:
- Colocación de drenajes temporales durante la cirugía.
- Cumplir con las indicaciones médicas: uso de faja, reposo y evitar esfuerzo físico.
- Asistir a controles postoperatorios frecuentes.
- No retomar el ejercicio ni recibir masajes sin autorización médica.
En manos expertas, el seroma en abdominoplastia se detecta y controla a tiempo, sin comprometer los resultados finales de la cirugía.
El seroma es una de las complicaciones más conocidas después de una abdominoplastia, pero también una de las más fáciles de manejar.
Con vigilancia adecuada y cuidados correctos, no suele afectar el resultado estético ni la recuperación a largo plazo.
Por eso, más que preocuparte, lo importante es mantener una comunicación constante con tu cirujana y asistir a los controles.
👩⚕️ Dra. Stephanía Pinedo — Cirujana Plástica en Bogotá
Cada cuerpo tiene su propio ritmo de recuperación.
Si estás pensando en realizarte una abdominoplastia o te encuentras en proceso de recuperación y tienes dudas sobre el seroma, agenda tu valoración o control para recibir una orientación personalizada y segura.


